Hombre:

El aparato sexual del hombre consta de  dos testículos en los que, por estímulos hormonales, se producen los espermatozoides o células masculinas para la reproducción, que ascienden mezclándose con el líquido segregado por la próstata y salen al exterior a través del pene, cuando se contraen las vesículas seminales. Este líquido, producido en los órganos genitales masculinos, se llama semen.

En la adolescencia el hombre experimenta variaciones en sus genitales cuando se produce una situación de emotividad sexual. El pene se pone rígido y aumenta su tamaño y dureza. A esto se llama erección. Los estímulos que causan esta erección se provocan por el tacto de las zonas sexuales, por sensaciones de otros lugares del cuerpo, por fantasías y recuerdos anteriores y por estimulación de órganos de los sentidos. Con todas estas posibilidades se elaboran los impulsos que llegan al centro  medular  de la erección, que está situado en la región sacra.

Cuando la excitación llega al máximo, acompañando a una vivencia placentera, conocida como orgasmo, se expulsa el semen en la vagina, con la contracción de las vesículas seminales y el cierre de los esfínteres que dan entrada en la vejiga urinaria. Es la llamadaeyaculación.

Los movimientos rítmicos que se producen durante ella y las contracciones musculares necesarias para la eyaculación están reguladas por el centro medular de la eyaculación. Para el acto reflejo eyaculatorio se necesita una gran excitación sensitiva placentera.

Mujer:

Su importancia en la tarea reproductiva, gestacional, su evidente diferencia hormonal, la forma en que interactúa, además de ciertos factores externos y culturales, hacen de la mujer un ser eminentemente individual. Estos elementos esenciales inciden en la salud de la mujer, determinando disciplinas y orientaciones médicas que confluyen en su especial cuidado. Las mujeres y los hombres tienen muchos problemas de salud en común, pero estos afectan a las mujeres de una manera distinta. Por ejemplo, las mujeres pueden tener síntomas diferentes en el caso de las enfermedades cardiacas; sin embargo, algunas enfermedades o cuadros son más comunes en las mujeres, tales como la osteoartritis, la obesidad y la depresión; y otras situaciones, como la menopausia y el embarazo, son exclusivas de las mujeres.

La menopausia o climaterio, es parte del proceso natural de envejecimiento, manifestado por signos y síntomas tales como sofocos, cambios de humor, depresión, dolores de cabeza, palpitaciones, dolor vaginal, cistitis, períodos irregulares o sangrado abundante. Y generado por los cambios hormonales que suceden en las glándulas endocrinas, que controlan la temperatura corporal, la circulación, la digestión, la estructura ósea, las emociones, los cambios de humor, el equilibrio, el sueño y el peso.

El evento fisiológico más notable de la menopausia es la deprivación de estradiol y el aumento de los niveles de la hormona estimulante del folículo, lo que se manifiesta en síntomas como amenorrea (ausencia de menstruación), síntomas vasomotores (sofocos y sudoración nocturna), psico-neuroló́gicos y ginecológicos. Posteriormente las mujeres postmenopáusicas pueden presentar cambios atróficos en la piel y el tracto genitourinario. Por último, se ha demostrado que la menopausia puede constituir un factor de riesgo para la presencia de diversas enfermedades crónicas, principalmente la osteoporosis y las enfermedades cardiovasculares, las cuales representan las principales causas de morbi-mortalidad en las mujeres mayores de 50 años.

Salud Sexual:

Los problemas relacionados con la salud sexual pueden desarrollarse gradualmente con el tiempo, o pueden ocurrir de repente como una incapacidad total o parcial para participar en una o más etapas del acto sexual. Sus causas pueden ser físicas, psicológicas o ambas. Algunas adicciones o medicamentos  pueden ser causales de la disfunción sexual: Las drogas, el alcohol, la nicotina, narcóticos, estimulantes, y antihipertensivos (en algunos casos).

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