La sangre está bajo presión como resultado de la acción de bombeo del corazón y el tamaño y la flexibilidad de las arterias. La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias, a medida que el corazón bombea sangre a través del cuerpo. La Presión Arterial Sistólica (medida de la presión cuando el músculo del corazón se contrae y bombea la sangre – máxima presión en los vasos sanguíneos); y la Presión Arterial Diastólica (presión entre los latidos del corazón cuando el corazón está en reposo y llenándose de sangre).

Hipertensión es otro término empleado para describir la presión arterial alta, el cual es, regularmente asociado con el envejecimiento, porque los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos con la edad. La hipertensión arterial aumenta la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal o muerte prematura.

Los factores que incrementan el riesgo de sufrir hipertensión arterial son: ser afrodescendiente, ser obeso, estar estresado o ansioso con frecuencia, tomar demasiado alcohol, consumir demasiada sal, tener un antecedente familiar de hipertensión arterial, ser diabético, y ser fumador.

 

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